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El espacio tiempo, la Teoría de la Relatividad y la cuarta dimensión

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La física, derivada del griego “fisis” que significa “naturaleza”, es la ciencia que, a través de leyes fundamentales, investiga la energía, la materia, el tiempo y el espacio (espacio-tiempo), abarcando así el universo o incluso el multiverso.

La tercera dimensión es la nuestra, básicamente porque, hasta ahora, solo hemos necesitado información para ubicar eventos en función de su posición física, como si el presente fuera el único tiempo relevante.

Sin embargo, los  están progresando a pasos agigantados y para comprender el Universo debemos avanzar. Es necesario aplicar el conocimiento que los genios nos han legado y reflexionar sobre el pasado, el presente y el futuro. Para lograrlo, requerimos más información, y es el tiempo el que define esta información.

La teoría de la Relatividad General y el factor tiempo

En 1905, Einstein nos brindó una nueva perspectiva para comprender la naturaleza a través de la Teoría de la Relatividad Especial. No obstante, hasta el día de hoy, no hemos integrado esta teoría completamente en nuestra vida cotidiana, lo que nos limita a ver solo el presente o eventos instantáneos.

Todo lo que observamos se convierte en nuestro pasado; por ejemplo, cuando miramos las estrellas contemplamos un paisaje que tiene una antigüedad significativa, e incluso muchas de esas maravillas ya no existen.

Es fundamental entrelazar nuestro mundo observable con el tiempo, ya que este último es tanto el verdugo de todo lo que vemos como la esencia misma de la vida.

El sentido común parece indicarnos que vivimos en un espacio tridimensional (ancho, largo, alto), donde ocurren todos los eventos físicos del universo, y que el tiempo es un parámetro independiente que organiza los acontecimientos a lo largo de la flecha temporal.

En 1907, el físico alemán de origen ruso Hermann Minkowski, quien fuera profesor de Einstein, demostró que la Teoría de la Relatividad implicaba que el espacio y el tiempo no existían de forma independiente, sino que debían unirse bajo un único concepto: el espacio-tiempo.

Minkowski también propuso que la mejor manera de describir los eventos que ocurren en nuestro universo era utilizando una geometría cuatridimensional, que incorpora las tres dimensiones espaciales y el tiempo.

Mientras tanto, Einstein se esforzaba por generalizar su Teoría de la Relatividad de 1905, conocida como “especial” porque consideraba solo objetos en movimiento a velocidad constante, para aplicarla a objetos sujetos a la aceleración de la gravedad.

A Einstein le atrajo la idea de Minkowski y adoptó la noción de espacio-tiempo para su Teoría de la Relatividad General, presentada a finales de 1915.

De esta manera, la cuarta dimensión emergió como la solución, y Einstein adoptó esta idea y la integró en su Teoría de la Relatividad General, una versión más moderna. Esta teoría ofrece una explicación más precisa de la realidad cotidiana.

Ahora bien, para comprenderla completamente, necesitamos concebir la existencia en una cuarta dimensión. Así, la vida, compuesta de eventos instantáneos que se transforman en pasado, puede adquirir un sentido más lógico al considerar el pasado, el presente y el futuro como parte integral de esta dimensión adicional.

¿Qué implica vivir en la cuarta dimensión?

La verdad es que vivimos en la cuarta dimensión, y esto ha sido demostrado hace mucho tiempo, aunque muchos lo consideren ficción.

No podemos describir algo completamente si no especificamos el tiempo en que ocurrió. A medida que experimentamos los beneficios de la tecnología avanzada y nuestro mundo evoluciona, es necesario reconocer que la tercera dimensión ya no es suficiente.

Debemos adoptar nuestra cuarta dimensión, que es nuestra realidad, para poder integrar el pasado, el presente y el futuro como un todo cohesivo en un mundo en constante evolución y así aceptar nuestra verdadera naturaleza.

¿Qué significa lo anterior? Para determinar un acontecimiento o evento debemos entrelazar tanto su ubicación en el espacio como su ubicación en el tiempo.

Un ejemplo: en este momento me encuentro en Plaza Baquedano, específicamente en el edificio de Telefónica. Si bien esta posición está definida por tres dimensiones espaciales, como mi altura, anchura y profundidad, es esencial considerar también la dimensión del tiempo para comprender completamente mi ubicación.

Si estuviera en esta misma ubicación hace 100 años, estaría en un lugar completamente diferente, ya que el entorno habría experimentado cambios significativos desde entonces. Lo anterior resalta la importancia de incorporar el factor temporal para una comprensión completa de mi posición actual. Además, proyectar mi posición en el futuro requeriría considerar cómo podrían cambiar las circunstancias en el transcurso del tiempo.

fotos comparativas de Santiago, rotonda plaza baquedano.

Indudablemente, la coordenada tiempo es fundamental. El cuadrivector (x, y, z, ict) es una representación real y esencial para proporcionar información precisa. No basta con decir que estoy aquí; debo indicar también el tiempo de la observación.

La cuarta dimensión, es decir, el tiempo, es crucial, ya que es el factor determinante en la vida y la única medida estándar en el universo y el multiverso. Todo cambia y solo el tiempo lo define.

Finalmente, es importante reconocer que toda la materia es esencialmente energía, como lo indica la famosa ecuación E=mc^2. El principio fundamental de la física establece que la energía (o la materia) no se crea ni se destruye, solo se transforma, y el tiempo es el catalizador de este proceso.

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