En el 2019 ya se anunciaba que el cibercrimen era uno de los desafíos más importantes para las empresas en todo el mundo. Esto incluso antes de la aceleración en la digitalización a consecuencia de la pandemia del COVID-19. Durante el 2020 se reportaron 2.300 millones de intentos de ciberataque en Chile, de los 41 mil millones que existieron en América Latina y el Caribe.

Estas amenazas de ciberseguridad van a ir al alza no solo por la incorporación de nuevos dispositivos inteligentes a las redes de telecomunicaciones, sino también por la incorporación de infraestructura que anteriormente no se encontraba interconectada a la red como lo es la tecnología de operación.

¿Qué es la Tecnología de Operación (OT)?

Este término refiere a la tecnología operacional, tanto de hardware como de software, que se utiliza para los procesos físicos ya sean industriales o de gestión de infraestructura, por ejemplo en empresas de servicios.

La tecnología operacional está dedicada al monitoreo y cambios en la gestión de los procesos físicos como calderas, líneas de distribución y llaves de paso, entre otros elementos.

Esta tecnología que antes solo operaba con hardware y software propios de los fabricantes de manera aislada, con el desarrollo de las tecnologías de la información (IT, por sus siglas en inglés) han sido vinculados e interconectados a equipos y redes, poniendo a prueba cómo funciona la ciberseguridad de las empresas al incrementar su superficie de contacto.

La importancia de contener las amenazas de ciberseguridad en OT para las empresas

Proteger el acceso a servidores, redes e información de las empresas es la manera habitual de cómo funciona la ciberseguridad. Pero existe un cambio de enfoque por parte de los atacantes hacia las cadenas de suministro y sistemas de control industrial (ICS) por encontrarse menos protegidos.

Una estrategia de digitalización implica ventajas tanto en fortalecimiento de la producción como en posicionamiento de mercado. Por ello tanto para las grandes empresas como también PYMES se hace necesario vincular el ámbito de IT como de OT en una estrategia de seguridad.

Implementar medidas como Zero Trust o “confianza cero” -una filosofía que permite mantener a raya cualquier incorporación o vinculación no deseada- es clave, ya que permite monitorear y autenticar en todo momento a los usuarios que ingresan a una red privada, para asegurar la producción e información confidencial de las empresas.

También mantener un cifrado avanzado y almacenamiento de la información en la nube, son medidas estratégicas que agregan niveles de seguridad esenciales para estos tiempos.

De esta forma, la planificación y estrategia de ciberseguridad debe estar asesorada por expertos. En Movistar Empresas encontrarás las mejores soluciones ajustadas a cada realidad, independiente del tamaño de tu empresa: pyme, negocios y grandes corporaciones.